Daniel Ramos, conocido bajo el apodo de Denver, es un personaje de La casa de papel. Es un miembro de la banda atracadora de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Es el hijo de Moscú.
Descripción[]
| “ | Hijo de Moscú. Macarra de extrarradio, un poco corto de miras e impulsivo. Alternó su juventud entre los botellones del parking del Caprabo y las barracas de la feria. Coqueteó con todas las drogas posibles y quizás por tal abuso, hay una conexión en su cerebro que salta a “modo irascible” sin motivo alguno. Genera tensión por donde pasa, y es mejor no tratar en exceso con él. Su padre es su único anclaje con la humanidad y los sentimientos. Haría cualquier cosa por él. | ” |
Biografía[]
Previa al atraco[]
Su nombre real es Daniel Ramos. Siempre ha sido el "macarra". Lo crió su padre cuando este abandonó a su madre en una rotonda porque ella quería comprar droga. Este era un secreto que no conocía, ya que siempre pensó que era su madre la que los había abandonado. Por ello, se enfada mucho con su padre cuando lo descubre.
Siendo hijo de Moscú, pasó una adolescencia complicada. Metido en las drogas y en peleas, es una pura "bomba de relojería", perfecta para El Profesor como parte de su banda. (Efectuar lo acordado)
Fue un niño complicado. Pasó por varios colegios por pegarse con sus compañeros.
Originalmente, El Profesor reclutó a Moscú para el atraco. No obstante, éste decidió "arrastrar" también a su hijo. Cuando el padre salió por última vez de la cárcel, su hijo le confiesa que acababa de tener problemas con unos narcotraficantes al perder 800 pastillas. (Errar al disparar)
Empieza el atraco[]
Denver empieza las primeras horas del atraco sin problemas, siguiendo el plan establecido por El Profesor. Ayuda a su padre Moscú a abrir la caja fuerte de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, emocionándose cuando ve la ingente cantidad de dinero.
Tiempo después, cuando conoce a Arturo y le molesta su atrevimiento, llega a insultarle y a jugar con él con respecto a las armas.
Surgen los primeros problemas[]
Denver está decido a cuidar de Mónica. Ella pide una píldora para abortar, pero él le dice que se lo piense. Luego la convence para quedarse algo de dinero, y que tenga el bebé. En cierto modo, se identifica con ella debido a su traumática infancia. Por desgracia, Berlín descubre que ella tenía el móvil de Arturo, junto al dinero que Denver le ha dado. Es entonces cuando le ordena a Denver que la ejecute para dar ejemplo entre los rehenes.
Desafiando la autoridad[]
Denver perdona la vida a Mónica. Siguiendo su consejo, la encierra en una cámara, mintiendo al resto sobre su ejecución. Su padre se derrumba al enterarse, y le ayuda a superar un ataque de ansiedad. Poco después intenta entregarse, pero el hijo le intercepta y le dice la verdad para tranquilizarle.
Como conoce la claustrofobia de su padre, decide usar a los rehenes para salir a la azotea con ellos y que se tranquilice. El plan sale mal, y la policía dispara a Arturo.
Salvando a Mónica[]
Denver y Moscú siguen empeñados en salvarle la vida a Mónica. Aprovechando la entrada del médico, consigue robar material médico con que curarle la herida. Ella le escribe una nota para Arturo, pero por desgracia se le cae. Nairobi la recoge, y descubre el secreto de padre e hijo. No obstante, decide ayudarles y salvar la vida a Mónica.
Roces entre atracadores[]
Denver continúa cuidando a Mónica. Mientras tanto, Berlín concluye que la policía le ha identificado por culpa de él, al haber usado su chaqueta para quedarse a dormir en el Seat Ibiza. Dispuesto a darle un merecido, Denver le ofrece parte de su botín como compensación. Finalmente, Andrés termina descubriendo que Mónica sigue viva.
Mónica y Denver inician un romance[]
Denver va a la cámara donde se encuentra Mónica para traerle algo de comida. Debido a la atracción mutua, terminan teniendo sexo. Arturo Román le pide a Helsinki ir a ver a Mónica. Ambos pasan al lado del lugar, donde están Denver y Mónica, pillándoles in fraganti mientras practican sexo.
Arturo entra en cólera. Le pide a Helsinki que se lleve a Mónica y le deje a solas con Denver, a lo que los atracadores acceden. Tras unos puñetazos en falso, Arturo termina clavándole las tijeras a Denver, aunque sin mucho éxito. Este, rabioso, arde en deseos de matarle, preguntándole por algún motivo de fuerza para no hacerlo. Román, jugando su última baza, le revela su plan de fuga a cambio de dejarle con vida.
Denver corre desesperadamente a avisar a sus compañeros de la fuga de los 16 rehenes. Estos ya han llegado a la puerta, llena de explosivo plástico. Jacinto consigue hacer estallar la puerta sin causar heridos, escapando los rehenes por el agujero bajo la atónita mirada de los policías que están permanentemente apostados.
Cerco a la banda[]
Denver participa junto al resto de atracadores en intentar bloquear la brecha creada en la Fábrica por algunos rehenes. Tras conseguirlo, Helsinki encuentra a Oslo tirado en el suelo inconsciente. Denver llama furioso al Profesor, a quien culpa por no avisarle del motín que se estaba gestando.
Un tiempo después, Mónica y Denver hablan sobre su futuro. Ella no es muy optimista, y se da cuenta que Denver está erróneamente enamorado de ella, una relación que ella considera imposible.
Cuarta parte[]
Cuando Nairobi fue disparada, Denver ayudó a que se recuperara, asistiendo en la operación de alto riesgo y al final salvándole la vida. Se enojó con Arturo debido a que se le había encimado a Estocolmo y le dio golpes, haciendo que Estcocolmo le dijera que ya no quería nada con él debido a su rabia. Habló con Bogotá quien le dijo que ahora debe recuperarla. Fue a hablar con Río a quien vio muy dañado y le pidió que le echara ganas a pesar de su trauma. Sin embargo, poco después Río dejó escapar a Gandía y Denver se enojó con él. Sin embargo, ya buscando a Gandía, Denver y Río se quedaron como amigos. Entrando a un elevador, Gandía les aventó una granada y se cubrieron con sus chalecos y cascos.
Cuando Gandía mató a Nairobi, Denver se desesperó y corrió tras de él hasta aventarle una granada que lo hirió de forma grave. Ya cuando entraron a su cuarto de pánico, Denver ayudó con la ejecución del Plan París en el cual fingían atacar a Gandía, quien en realidad era Denver para traer a Lisboa al banco.
Personalidad[]
A primera vista parece el delincuente común, rey de las peleas callejeras. Con esa risa tan particular y a pesar de todo, tiene un gran corazón y haría lo que fuese por aquellos que le importan.
Relaciones[]
Ha tenido muchas relaciones con mujeres a lo largo de su vida, pero ninguna ha durado.
Durante el atraco conoce a Mónica Gaztambide, secretaria de la Fábrica y rehén. Cuando le mandan matarla, este es incapaz de hacerlo y decide esconderla en una cámara. (Errar al disparar)
Poco a poco su relación se irá haciendo más fuerte hasta el punto de enamorarse de ella, y ella de él. Esto provocará celos en Arturo Román, ya que Mónica era su amante y estaba embarazada de él. (Tú lo has buscado) También surgen problemas cuando Moscú intenta convencer a Denver de que esa relación no puede funcionar.
A los pocos días le propone matrimonio, prometiéndole que cuidará de su hijo para siempre, y ella acepta. Por el amor que siente hacia él, Mónica se convierte en cómplice y salen de la Fábrica con el dinero y una vida juntos por delante.
Galería de imágenes[]
Promocionales[]
Episodios[]
